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Masaje linfático manual: qué es, para qué sirve y cómo se hace

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Los masajes linfáticos ayudan a que la linfa vuelva al circuito sanguíneo. Y es que además de la sangre, otro líquido, la linfa, recorre nuestro cuerpo limpiando de toxinas y ayudando al sistema inmune. Una mala circulación linfática puede provocar edemas y facilitar infecciones.

Además de la sangre, hay otro líquido que recorre nuestro cuerpo y del que somos menos conscientes: la linfa. Es otra corriente que circula allí donde no llega la sangre. Su función, además de nutrir y aportar defensas, también es la de limpiar los tejidos.

La circulación linfática no tiene un circuito de ida y vuelta propio, como la sangre, ni un corazón que la empuje. Para desplazarse utiliza el movimiento muscular.

Además, el circuito linfático tiene una sola dirección de recorrido, hacia los tejidos. Para volver necesita de los conductos sanguíneos. En concreto, las venas, que son las que devuelven también la sangre al corazón.

POR QUÉ FALLA LA CIRCULACIÓN LINFÁTICA

Los vasos linfáticos que van a parar a los tejidos son muy finos. Y la circulación es más lenta que la de la sangre. Como ese movimiento se activa con la musculatura, cuanto más nos movemos mejor circula la linfa. Esos finos conductos linfáticos se ensanchan al final hasta conectar con las venas.

«La linfa drena en las venas; si falla la circulación sanguínea de retorno la linfa se acumula sobre todo en las piernas»

“La linfa drena en las venas. Si hay una problema de circulación en la venas (estasis venoso), por ejemplo, las personas que tienen varices, la consecuencia es que también sobrecarga la presión en las vías linfáticas”, nos explica el doctor José Abellán, catedrático de Riesgo Cardiovascular.

Si hay un mal drenaje linfático, se acumula el líquido en los tejidos y con él las toxinas que ha ido recogiendo. Además de provocar hinchazón, nos hace más propensos a las enfermedades.

CÓMO SE HACE UN MASAJE LINFÁTICO

Es importante que las personas que tienen problemas de circulación ayuden a la linfa a volver al circuito. La manera de ayudar a que regrese a las venas es mediante un masaje por toda la zona de las extremidades. Lo que se conoce como masaje linfático.

Es un masaje repetitivo y a un ritmo más pausado que el masaje tradicional. Tampoco se utilizan aceites ni otros productos.

“La mejor forma es acostado, poner las piernas boca arriba y hacer una especie de ordeño desde el tobillo por toda la zona de los gemelos hasta llegar al muslo. Es lo que llamamos un drenaje linfático”, dice el doctor Abellán.

Uno mismo puede hacerse el masaje tumbado y con las piernas hacia arriba, aunque es mejor ponernos en manos de un especialista

¿Cualquier persona puede hacerse un drenaje linfático? “Si lo hace un profesional (un fisioterapeuta) es mejor, puesto que acostado y masajearse la pierna en alto es complicado, pero por supuesto también se lo puede hacer uno mismo”, aclara el especialista.

DRENAJE LINFÁTICO TRAS UN CÁNCER DE MAMA

El drenaje en los brazos es menos frecuente. Se da sobre todo cuando hay operaciones mama. En un porcentaje alto de casos de tumor también se quitan ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos son los encargados de filtrar la linfa. Si se extrae el ganglio se interrumpe su circulación.

“El resultado es que muchas veces produce un linfedema”, recuerda el doctor Abellán. Es una inflamación de los brazos que exige no solo masaje linfático, sino muchas veces incluso llevar un brazalete para evitar otras complicaciones, como son la reducción de la movilidad e infecciones.

Este problema también puede darse en las piernas, si se extraen los ganglios de las ingles, tras un cáncer de ovario o de próstata, pero es menos frecuente.

El masaje linfático de brazos es similar al de las piernas: “Con los brazos algo levantados, siempre desde la punta de los dedos hacia atrás”, nos apunta el catedrático.

EL MASAJE LINFÁTICO CONTRA LA RETENCIÓN DE LÍQUIDOS

Hay centros de belleza que ofrecen sesiones de drenaje linfático como una manera de eliminar la retención de líquidos de los tejidos. Hay que tener en cuenta que con la linfa se recoge sobre todo grasas, toxinas y otras sustancias. Eso es lo que mayormente se extrae en el drenaje y no tanto líquido.

No hay una base científica para relacionar el drenaje linfático con tratamientos de belleza

El doctor Abellán pone en duda la utilidad con otros fines que no sean los estrictamente médicos. “Esto creo que tiene poco rigor científico. No hay ninguna base”, zanja. “Es una cuestión de lógica. Si hay un aumento de presión en las venas, tendrá dificultad el drenaje linfático. Y es cuando se producen los edemas”, añade. Cualquier otro fin es discutible.

Hay médicos que sí hacen recomendaciones más genéricas, no tanto de belleza, sino para dificultar la aparición de celulitis, hinchazón de manos o sequedad en la piel. El doctor Sagrera-Ferrándiz, osteópata, ofrece un masaje alternativo aquí.

HACER EJERCICIO TAMBIÉN ES UN BUEN MASAJE

La mejor manera en que una persona sin grandes problemas de movilidad pueda mejorar su retorno linfático es con el ejercicio. “El ejercicio es una arma fundamental, porque el ejercicio te va moviendo y aumentando la circulación de retorno”, insiste el doctor Abellán.

El movimiento es muy importante. “Lo que es muy malo es estar más de dos horas sentado”, recalca el especialista.
En los momentos en que estés tumbado, elevar un poco las piernas que también ayudará a la circulación de retorno.
Esas son las dos principales reglas para poder mantener un buen drenaje linfático de manera sencilla.

Fuente: Saber Vivir