Rehabilitacion Muscular, Técnicas, Recuperaciones funcionales

Rehabilitacion Muscular

En primer lugar un músculo no utilizado se atrofia (es decir, el músculo disminuye su volumen), lo que causa una reducción en la fuerza muscular, un menor almacenamiento de energía en la musculatura y una disminución en la fuerza máxima, lo que precisará rehabilitación.

Puesto que el tipo de atrofia más común tiene lugar durante la inmovilización cuando por ejemplo uno se fractura una pierna o un brazo y la extremidad tiene que inmovilizarse con un vendaje de yeso por cierto tiempo o cuando un deportista tiene que dejar de competir o entrenar debido a una lesión.

De esta manera un mayor esfuerzo mecánico ya sea mediante ejercicios de rehabilitación o el regreso a la actividad física acostumbrada hace que disminuya la atrofia muscular con el tiempo.

Por lo tanto para la Rehabilitación Muscular se pueden mezclar las técnicas de Terapia Manual (movilizaciones, estiramientos musculares, técnicas de fortalecimiento muscular…) con aparatología médica (ultrasonidos, corrientes analgésicas, infrarrojos, electroestimulación muscular…) con el fin de tratar problemas Articular, Neurológico, Neuropático, Pre y Postoperatoria, lesiones de Columna, Migraña, Neuralgias del Trigémino, Parálisis Faciales, Articulaciones Dañadas (Agudas, subagudas y Crónicas) y Lesiones de Trabajo, Deportivas y Automovilísticas.

Un apunte importante: antes de empezar a trabajar la fuerza es necesario y fundamental tener todo (o casi todo) el rango de movimiento articular, porque de lo contrario podemos desarrollar problemas de movilidad a medio-largo plazo.

A medida que ganamos fuerza, podremos empezar el trabajo de hipertrofiar la musculatura. Para ello bajaremos las repeticiones, y debemos aumentar el peso de manera progresiva.